El gobernador Elmer Cáceres Llica no sólo celebró el inicio del año andino desde el imaginario de las culturas quechua y aimara. También inauguró un nuevo discurso en torno a las inversiones, sobre todo aquellas rechazadas por las comunidades.
El ritual se celebró ayer en el cerro Kasapatac, en el distrito de Hunter. Ahí pedía al dios Sol, el Inti, que lo guíe para desarrollar una mejor gestión en el Gobierno Regional de Arequipa; un nuevo giro para un año nuevo.
Pero parece haberlo entendido como un año nuevo con nuevo discurso.
Su primer anuncio, luego de esta madrugadora ceremonia, fue pedir obras de inversión para el Valle de Tambo antes de desarrollar el proyecto minero Tía María. En la campaña, la posición de Cáceres era de rechazo al inicio de operaciones mineras de la compañía de capitales mexicanos.
“La próxima semana llegará el premier, Salvador del Solar, para instalar una mesa de diálogo en el Valle de Tambo. Luego vendrá el presidente (Martín Vizcarra). Queremos el desarrollo de la provincia. Necesitan agua con una represa y mejoramiento de los servicios de agua potable y desagüe”, indicó el gobernador.
No sólo en su campaña Cáceres rechazaba Tía María, ya como gobernador, en marzo pasado, apareció con los líderes sociales que articulan las acciones de protesta contra Tía María. “Considero que debemos defender la agricultura y ustedes son el ejemplo, ustedes me han puesto como gobernador, yo tengo que obedecer a mi pueblo y por lo tanto la posición de nuestro pueblo es: Tía María no va y no va”, dijo esa vez.
Rechazo
“No entiendo de verdad al gobernador. Aquí en Tambo nos dice que no va Tía María pero luego se va a Lima con el presidente para pedir una mesa de diálogo. No entiendo”, indicó Elvis Apaza, presidente del Frente de Defensa del Valle de Tambo.
Este dirigente señaló que ellos, el Valle de Tambo, no han pedido ninguna mesa de diálogo y que esta ya se agotó en el 2015, cuando se dieron las protestas donde murieron 4 personas (3 agricultores y 1 policía). Además, no quieren proyectos de inversión a cambio de la licencia para la minera.
“Simplemente no queremos el proyecto porque nos va a afectar. Sí queremos que venga el presidente, pero para que vea la realidad del rechazo contra la minera. El gobernador debió consultarnos primero, él es nuestro gran dirigente y nos falla”, agregó el agricultor.
De igual forma, José Blanco, otro dirigente de Tambo, indicaba que incluso los alcaldes de la provincia de Islay habían redactado un nuevo memorándum para el presidente. “En ese le piden que venga al valle para dialogar con el pueblo. Nosotros rechazamos cualquier diálogo”, indicó el agricultor.
Sin duda, mientras el gobernador busca caerle bien a todos, va perdiendo a la vez su apoyo. El año andino no empieza bien para Cáceres Llica.